«No se nos manda odiar a nuestros parientes por ser parientes, sino sólo porque nos estorban amar a Dios. Bajo este especto no son parientes, sino enemigos, según la Escritura: ‘Los enemigos del hombre son sus domésticos’ (Mi 7, 6)». 9
Contenido publicado en es.gaudiumpress.org, en el enlace http://es.gaudiumpress.org/content/50769#ixzz2f3QSogmW
Se autoriza su publicación desde que cite la fuente.